jueves, 29 de septiembre de 2011

Religión

Seré el primero en poner
una iglesia de ateos,
para que en ese rodeo
no toree ningún Dios.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Algo sobre valores

Premisa I)

Nunca temí por mi vida más de lo que consideré que ésta valía.

Premisa II)

Un varón al cubo no vale la mitad de la raíz cuadrada de una mujer.


Escena I)

Woody Harrelson corre desesperado. Deja atrás las salas de timba. En el transcurso de la escena algo cambia en su rostro, con una capacidad actoral del carajo. Llega a un helipuerto en la azotea del edificio. Obviamente tarde. Demi Moore y Robert Redford ya han despegado.

Escena II)

Eli Wallach corre desesperado. La tremenda capacidad actoral de esta bestia sumada a la impecable musicalización de la escena por parte de Morricone, hacen de este acto una escena inigualable, candidata a estar en cualquier ranking bien ubicada.
Sigue corriendo, deja atrás un par de tumbas, la escena transcurre en un cementerio. Hasta que de pronto encuentra la sepultura que buscaba. Su rostro no cambia, no solo en la escena sino en la película entera, de principio a fin, muestra a un tipo capaz de traicionar, matar y mentir por conseguir lo que quiere.
A pesar de haber encontrado la tumba, no sólo no era la que realmente importaba. Sino que obviamente es muy temprano... Todavía tendrá que dirimir el asunto con Van Cleef y Clint Eastwood.


Conclusión final:

Se distorsionan las prioridades y se nublan los valores, cuando el culo es lo que sangra.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Ni una de cal...

Con la suerte que hoy tengo
con cualquiera me achico,
perdí el tanto con 29
y ya descarte dos cincos.

Esos ruidos que se oyen
son de un piso mas abajo,
puedo oír a duras penas,
no se si están cogiendo o vomitando.

En la cama que yo duermo
no se acuestan ni las ratas,
ellas duermen en mis zapatos,
y yo ando en alpargatas.

Necesito de algún paraíso
que obligue a mi cuerpo a jugar con vos,
aunque estoy atado a tus diabluras,
sabes que estoy siempre a favor del adiós.

Vengo de engordar un par de kilos
y encima me estoy enamorando.
Y en las calles que camino
no se escucha ningún tango...

lunes, 12 de septiembre de 2011

Nobleza obliga

Una vez limpio el jardín, los geranios comenzaron a oler mejor.

Acomodar mi habitación, comer mas frutas y verduras, llamarla los Martes en la noche (de eso siempre me olvidaba), eran otros de los reclamos y consejos que ella me daba.
El último reproche fue justamente limpiar el patio.
También me recomendó llamar a un tipo que aparentemente tenía erradicadores ultrasónicos de roedores, lo último en tecnología para combatir la plaga. Ella concluyó que mi estado de abandono era terminal, la vez que encontró una rata muerta entre los geranios.

Pero no fue sólo ese el motivo de la separación.
Mi dejadez, los celos que aparentemente le causaba (una vez me vio bailando cumbia con otra), y algún otro argumento barato, redondeaban la situación.

Ella siempre tuvo acceso a mis escritos.
Me explicaba que los personajes orilleros, la cumbia y la luna abundaban en mi redacción. Y todavía más, deducía que mis referencias a la luna no eran simples citas al satélite terrestre, sino que la luna representaba en mí una etapa de mi vida donde habría estado enamorado y todavía no lo habría digerido.
Algo así le dijo su psicóloga. En esa tanda de turnos donde el tema a tratar era yo.

Cuando los reclamos y reproches se tornaron poco soportables, decidí irme al carajo. Con mas habilidades evaporativas que el Gato de Cheshire.

"Cumbia, dile que sufro por ella"

Nos conocimos una noche.
Voy a intentar reencontrarla.
Ah, nos conocimos bailando La Nueva Luna...

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Reenviado: Cuarto creciente

Hola, como andas?
Te escribo para saber que es de tu vida, ayer te mande un mensaje...

Pero ademas me intriga saber que hiciste la noche en que dejamos de vernos. Habíamos quedado, mucho antes de todo eso, en que cuando nos separásemos nos íbamos a contar como la estábamos pasando, y nos íbamos a mantener en contacto igual.
Yo cumplí mi parte.
¿Que hiciste vos aquella noche de cuarto creciente en que nos peleamos?


...


Que haces?
Ayer recibí tu mail.
Igual, te contesto, para no dejarte de nuevo pagando. No me voy a extender demasiado.

Los días posteriores a la vez que me peleaste, no hice mucho ruido. Me parece necesario aclarar esto de quien dejo a quien, sobre todo para no andar con tantas indecisiones. Por eso es que no te conteste aquel primer mail.
Con respecto a eso que decís , que me mandaste un mensaje ayer, es diferente. La semana pasada me afanaron el celular, en la calle, y cuando quise hacer algo por recuperarlo me conectaron un jab que me hizo respirar el polvo de unas cuatro baldosas de Azcuénaga al 600. Al parecer eran dos los ladris. No pude hacer que los de la empresa me asignen el mismo numero. Tampoco pienso tener celular por ahora.

Pero no quiero desviarme.
Como te comentaba, no hice mucho ruido.
Algunos días después de la ruptura, me hice un perfil en una pagina de chat, para ver si te encontraba reemplazo (Devaluamos el orgullo cuando el culo es lo que sangra).
Gilberto, que me acompaño en esos días, no paraba de tratar de convencerme en visitar algún culeodromo. Al fin y al cabo terminaba yendo él solo.
Por supuesto que si yo hubiese ido no te lo diría , pero es que realmente no fui.

Hubo una semana en especial, en que si me hacías falta. No se. Me puse a ver las fotos de aquel fin de semana en Bialet Masse. Una noche esa semana, me tome medio fernet que había quedado de una joda con los chicos, y pase por la puerta de tu casa. No te debes haber enterado, quizás estabas durmiendo. La que si estaba, era tu vecina, la vieja que barre la vereda a las seis de la mañana, se lo debe haber contado a todo el barrio, ya que de bronca e impotencia, me puse a mear en la vereda de en frente.


En resumen. No hice mucho ruido pero tampoco fui un fiambre.
No lloré. Tampoco me cagué de risa.
Solo me olvidaba del todo de la situación, cada vez que jugaba Boca. Mi hermana mas de una vez me pregunto por vos por entonces. Y debo tener unos cuatro kilos mas.


Pero si te referís particularmente a la noche en que me peleaste:
Me quede con ganas de discutirte un par de cosas. Salí de tu casa, empece a sentir el frió al cuarto paso nomas (me había olvidado la campera ahí, colgada en la silla, pero no daba para volver).
Tu perro, me acompaño hasta la esquina, donde le tuve que chistar para que se vuelva. Debe haber pensado que iba, como siempre, a comprar algo a la despensa.
Después, no recuerdo mucho mas, de ahi a mi casa me alcanzaron las cuadras para silbar y tararear dos veces "Ramas desnudas"...

Y mientras caminaba me encontré guiñandole un ojo a la luna, a ver si me daba una mano.

Un par de cosas mas:
Me gustaría verte.
Aquella noche, la luna se encontraba en cuarto menguante...