Llegue a tu casa. Harto, cansado del nuevo milenio y estos reencuentros organizados via mensaje de texto, en su defecto, via chat. Pero llegue.
Y de la misma manera en que el cielo amenazaba con lluvias pero tambien parecia intentar despejarse, yo llegue a tocar tu puerta sin saber que iba a pasar, capaz que un reencuentro sexual, capaz nada, o tal vez, algunas puteadas y hasta luego. Creo que apostaba por la primera. Pero ultimamente vengo apostando como el culo, e impaciente.
Abriste como desinteresada, apagaste la tele, cortando en seco al "Rifle Varela" que intentaba comunicar no se cuantos goles de Messi. Nunca me importo mucho Messi, menos ahora.
Me preguntaste si tenia algo para decirte (Raro, ya que vos me habias invitado a ir) y te quedaste callada despues, por un rato. Hasta que, como siempre, yo largue el monologo.
Y hable...Una vez mas, de todo, de lo que te molesta y de lo que no te molesta tanto. Me interrumpsite un par de veces para acotar ciertas cosas cortando asi mi inspiracion (y siempre me cuesta despues recordar como venia el cuento).
Y segui recitando frases hasta que, de repente un nombre se me cruzo por la cabeza, "Justo Rodero", me corto los pensamientos y ya no pude hablar mucho mas.
Desorientado, te pregunte si conocias o te sonaba el nombre "Justo Rodero". Me contestaste que no, y despues, me preguntaste si desconfiaba de vos...
"Me voy" te dije.
"La puerta esta abierta" me dijiste con voz quebrada (aunque no pude percibir si me estabas sobrando o a punto de llorar).
Y al salir iba a escupir, pero no lo hice, ya que una vieja pasaba por la vereda en el momento y ya se habia asustado bastante con el portazo. Trague una vez mas saliva, y de ahi a mi casa me alcanzaron las cuadras para silbar y tararear dos veces "Ramas desnudas"...
"No fue bueno verte de nuevo,
no debio haber pasado nunca,
lo que mejor te sale es provocar"...
