lunes, 8 de noviembre de 2010

No te cases

En cuanto a lo de embarcarse, quedara en el criterio de cada uno, al menos no es martes.

INDIO en Tandil 13/11/2010

viernes, 5 de noviembre de 2010

Las cartas




"El la beso en la boca. Como a ella le gustaba. Un beso sutil, delicado como solia besarla antes de agarrarla por la cintura y pasar a mayores. Como solia besarla antes."

Un sueño. Nada, de vuelta, una vez mas, la sensacion de haber vivido el momento aquel que realmente vivio (hacia ya unos 37 Abriles) y que ella solia recordarlo a veces, cuando dormia. Un sueño recurrente.

¿Despues? Despues el cruce de sentimientos, al despertarse de una pesadilla uno recobra la alegria, al caer que habia sido un mal sueño simplemente desaparece la sensacion horrorosa y llega el suspiro aliviador.
Pero cuando el sueño es bonito, tanto que a veces dan ganas de seguir durmiendo, y continuarlo, la sensacion es diferente, incluso a uno le da pena cuando compara el sueño con la realidad.

Asi le habia pasado esta vez a Pamela, otra vez. Siempre el sueño con ese amor que, por supuesto, no pudo ser.
¿Despues? Lo cotidiano, se levanto, preparo un cafe, encendio la radio, todo lo que marcaba que iba a ser otro dia comun mas de los ultimos 37 años. Esos eran sus dias comunes, salvo cuando viajaba, o algun Domingo que otro cuando se juntaba con amigas a almorzar.
Otra manera de salir de la rutina, para Pamela podia ser tratar de agarrale la mano a la compu. Otra, ver television aunque eso habia sido al principio, ya no. Ahora era mas la radio.

Y otra manera de salir de la burbuja, la menos usada, era releer las cartas, aquellas, ya viejas y amarillas que el le habia ido enviando en aquellos tiempos.
No las leia muy seguido, casi nunca. Y cuando se decidia a leer, leia de a una por vez. Las leia muy de vez en cuando, porque le causaban dolor.

Esta vez, ya sin cafe en la taza, decidio ser fuerte y leer una vez mas "La carta", la ultima de todas, la de despedida, la congelada, la desgarradora. Sin hacer muchas cuentas, calculaba facil que hacia 15 años que no la leia, nunca le dio mucho el cuero para hacerlo. Hoy si...

Fue hasta el living por el que casi nunca (nadie) pasaba, se acerco a la comoda. Abrio el ultimo cajon y ahi, al lado de un arma y un mantel enrollado del siglo pasado, estaba la caja con las cartas. Saco la elegida, la que hoy si estaba dispuesta a afrontar, otra vez. Y comenzo a leer...

Y pudo repasar como se despedia el. En ese trazo de persona joven que seguro por culpa del pulso ya habia perdido. Y que no se iban a ver mas, etc. Y los mas diversos argumentos, como preambulo antes de decir que tenia familia. Y que en realidad no era tanto la familia el problema, sino mas bien el suegro. Y que ¿viste como son las cosas?.
Y medio a las apuradas, se ve que habia garabateado su firma tambien, casi como sin querer.

¿Despues?
Un poco mas abajo de la firma podia leerse.

P.D.: Tengo una zota de copas de la vez que jugamos a las cartas, en la que escribiste tu nombre y el mio, dentro de un corazon muy mal dibujado. Prefiero quedarme con eso y rajar, antes que las cosas empeoren.

Chau Pamela