miércoles, 7 de abril de 2010

Noches de camperas

Cruzo aquella calle, la misma de la otra vez, y ni bien al mirarla le propuso el negocio. Sin vueltas. Como siempre, como la costumbre marcaba que era la ley.
Pago con anticipacion, y se dedico unos segundos a ver la calle, hasta que al fin vio un taxi y con un par de señas logro que pare.
"Vamos", le dijo... Y la muchacha accedio.

"Vas a temblar siempre en mi pecho"

Una vez en el telo las caricias abundaban. Sexo, del violento y unas copas de champagne. Los clientes a esas horas son mejores que a la tarde, los vampiros reconocen que a la noche es la ocasion.

Se levanto la mujerzuela, y paso un minuto por el baño. Al salir, se puso su campera y fue entonces que reclamo: "¿No sabes que a las putas no se nos besa en la boca? Deberias no intentarlo".

"Si se", contesto sin entusiasmo el pendejo y malherido. "Lo que pasa es que, aunque vos no te acuerdes, ya has estado conmigo otras veces, unos lindos buenos mangos te habras hecho ya por mi. Tal vez este enamorado"

Y los dos hicieron como que no escucharon eso ultimo.
Al salir, el paro de nuevo un taxi que la llevaria a ella a su destino, el en cambio a pata fue que se marcho.
"Estas muy confundido pibe, trata de no volver por alla" dijo la ramera justo antes de largarse.

Y al caer la noche siguiente, el de nuevo aparecio. Quizas desacertado...
Los vampiros reconocen que a la noche es la ocasion...

"Burlando al corazon, contigo pan y cebolla"

2 comentarios:

lexi dijo...

me gustó, si...

me gustó.

Xaj dijo...

Que durazno, la vida de esas buenas pibas.

Saludos che.