martes, 10 de diciembre de 2013

Un tango llorón, que se jacta de no serlo

Ya no me tires las cartas.
Si mezclas y cortas vos, no tiene ningún sentido,
hace rato que intentas 
manejar con tus manos mi destino...

No pretendo que mis triunfos 
se cuelen por tu intestino,
ya perdiste la fe en mi,
vos me das el "truco" con un cinco.

"Ya nunca me veras como me vieras"

Recostado en la vidriera,
o debajo de algún puente
porque es mejor ser precavido y prudente
que festejar tu propio gol
(cuando toda la jugada 
te la hizo aquel campeon)
y el aplauso de la gente
(devenido en ovación)
era para el referente
y no para el goleador,
oportunista, de ocasión

"Ya nunca me veras como me vieras"
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo repetiré como un mantra.