viernes, 4 de junio de 2010

El anciano Lunarejos

..."En algun fresco lugar donde llora un tigre viejo
nunca te dejes llevar sin guiarte de un consejo,
que una mano ha de darte el anciano Lunarejos"...

El pibe caminaba, por la vereda de la sombra, que a esas horas de la tarde ya ganaba mas lugar, mientras recordaba la porcion del cantito de unas noches atras en el "Bar de Amadeo". Uno de los muchachos, tan acostumbrado al bar como los demas se habia aparecido por esos dias guitarra en mano y entre folklores y baladas le regalo al viejo algo asi como una cancion. Pero lo cierto es que el pedazo de cancion que venia recordando el pibe no era exactamente un extracto, sino que todo el tramo era asi, repetia esos tres renglones de versos sin cesar.

Lunarejos, un viejo oriundo de Santiago, frecuentaba el bar desde hacia ya un par de decadas, todos lo conocian ahi. Tenia entre otros sobrenombres: "El viejo", "El verde" , "Consejero del bar", "Pelotudo" (cuando la cosa se ponia picante los domingos con el futbol, aunque era un apodo comun a todos, incluso a Amadeo), "Lunarejos" y "El profugo del geriatrico".
Era el anciano un hombre de pocas palabras, algunos decian que promediaba 37 vocablos por dia. Y los mas estudiosos de su conducta agregaban ademas que de las 37, cuatro eran puteadas, tres halagos para mujeres, dos eran para saludar (una al entrar, una al salir, como corresponde) y las restantes 28 solian ser empleadas en una , dos o tres oraciones mas o menos coherentes que tiraba durante el dia (o eventualmente, la noche).

El pibe, merodeando ya la zona del bar, imaginaba de antemano que al llegar le iban a preguntar sobre su aventura (todos en el bar sabian que venia en mal de amores).
El pibe llego, encaro directo al malevaje y de pasada lo miro a Amadeo y le grito "Traeme una fresca".

Luego, el primero en patear fue Martinez "¿Como te fue?" le solto al pibe.
"Ya no se que hacer con esta pendeja" afirmo el pibe, mientras se acomodaba en la silla sentado al reves con los codos apoyados en el respaldo, lo cual era signo de que alguien iba a ser indagado en el bar, cual conferencia de prensa.

Y entonces el que entro al juego fue Giovanni "¿Pero que, ya esta con otro?" lanzo como trompada despues de la campana.
"No se" respondio esta vez el pendejo del bar. "Probable que si, probable que no, pertenece a esta camada de mujeres que se las creen todas ganadas, hasta que ven en la torta de festejos un 3 adelante de cualquier otro numero, y ahi se acuerdan que terminaron la primaria hace 17 años ya... Cualquiera".

Justo ahi fue que aparecio Amadeo, trayendo la cerveza y metido en la conversacion protesto "¿Pero vos la queres, no?".
"Calculo que si, ella empezo con todo esto, nos fuimos peleando de a poco, no se porque, pero es todo al pedo, no sirve... No se" lamento esta vez el pibe, aparentemente resignado. Y sabiendo, por otra parte, que si contestaba "Si, la quiero" en seco, iba a quedar mas perdedor de lo que ya venia demostrando.

"Mira pibe" comenzo Lunarejos.
Y continuo el anciano para luego sentenciar: "A las fotos no hay que romperlas, siempre se corre el riesgo de que un ataque de cinta scotch las haga resucitar...
A las fotos hay que quemarlas"

Y Amadeo, desde atras de la barra apoyo: "Tiene razon el viejo, a las fotos no hay que romperlas, hay que quemarlas".

El pibe los miro a los dos, y luego se tomo el primer vaso de cerveza de un fondo blanco...

No hay comentarios: