viernes, 1 de julio de 2011

El Colo

Yo siempre fui un secuaz encubierto.
Disfrazado de Capitán.

El Colo me respetaba, sin decir mucho mas, pero en el fondo era él el que mandaba. Siempre fue así. Era un pacto a puertas cerradas, un convenio entre partes.

A veces Arrieta quería interponerse en la linea de cabecillas, a veces, con resultados. La "6" siempre tuvo pocos mandones por generación, eran pocos y contados, con mecanismos de autoridad bastante difamados en el mundo internacional.
De esos que muestran divisiones y discusiones al público mientras afuera comen de la misma torta...


"Nadie es capaz (¡No pueden borrar mis recuerdos!)
Nadie es capaz de matarte en mi alma."

Nos conocimos en el jardín.
A esas edades todavía no tenes la culpa de nada.
Poco a poco, comenzamos a tener un prontuario digno de respetar.

2 comentarios:

Xaj dijo...

Siempre fuimos unos wuachos.

Anónimo dijo...

Esos sobreentendidos, esas infancias impolutas desechas con el tiempo...me encanta.