domingo, 10 de julio de 2011

El origen

Seguún la trinchera que uno defienda, los debates pueden asemejarse a guerras, las discusiones suelen tornarse arraigadas cuando se trata de codigos basados en "fundamentos" que no tienen mas sostén que una creencia, una ideología.

Mientras se tarda en responder si fue primero el huevo o la gallina, las profesiones evolucionan. Se desprende entonces que mientras mas antigua es la profesión mas furioso es el debate, mas sucio el negocio, mas suculenta la suma, mas oscuro el rubro.
Nos volvemos renacuajos cuando el culo es lo que sangra...

En Buenos Aires sobran las ofertas. Folletitos en los subtes, papelitos pegados a teléfonos públicos, tarjeteros en las esquinas, todo esto como sútil. Dependiendo la zona que uno recorra mas alevoso es el regalo.
El "59" no sólo es un bondi que termina en Acassuso.

...

Amanda, una señora de 53 años que mantenia la figura a pesar de las décadas, criada a la antigua, charlaba con Sandra de la decisión de Cristina. Ambas valoraban el manejo de la situación. Creían que en resoluciones de esa gama estaría el principio de la solución.
Ambas almorzaban los Domingos, los Viernes por las noches se les daba por cenar. Siempre por su cuadra cuidaban el paisaje, limpiaban la vereda de folletos indecentes. A veces se enojaban con el "folletero" que pegaba papelitos en el teléfono público de la avenida. Estaban totalmente en contra de la oferta de chirusas por su barrio y su ciudad.

Sergio nunca fue muy angelito, ni su cara ni su facha le ayudaban a ganar. Las salidas en el barrio se le hacían infinitas y en las noches de lujuria se le daba por pagar.
Con un par de frustraciones amorosas en su espalda, y siendo aun buena persona, era siempre candidato a las ranas del manjar.

Fue un Viernes por la noche que se cruzaron, Sergio encaro a la cabina pública de teléfono, no precisamente para hablar. Amanda se encontraba retirando papelitos, Sandra observaba unos metros mas atrás.

Sergio: Disculpe Señora ¿Que hace?

Amanda: Qué ¿Sos un folletero, un volantero?

Sergio: No, más bien soy cliente.

Amanda: Degenerado, por pajeros como vos es que estamos como estamos.

Serigo: Perdón, cuando quise amar no pude y ahí adentro esas mujeres no me tratan nada mal.

Amanda: Mocoso.

Sergio: Perdón, pero ¿Usted querría estar conmigo?. Podemos tomar algo antes. Con respeto se lo digo. A pesar de mis costumbres yo respeto a la mujer.

Se le cruzaron a Amanda numerosos pensamientos, de insolente a "Puta madre" no hubo mas por recorrer, Sandra desde atrás ya ofrecía llamar a la policía, celular en mano.
Se le ocurrieron miles de cosas. Y no sabe bien por que se le cruzaron renacuajos en la imaginación.
Pero solamente atinó a decir un simple "No".

Y Sergio, manoteó uno de los pocos volantitos que quedaban, y partió.
Y al irse, por lo bajo murmuró: "Ése es el origen, nunca fui yo el problema".

1 comentario:

Crónicas de las fiebres de Alpargato dijo...

Que bueno pasar por estas letras, sinceramente me lo debía.